El sol mueve la sombra de las cosas quietas

$23.900,00
El sol mueve la sombra de las cosas quietas $23.900,00

Alejandra Kamiya
El sol mueve la sombra de las cosas quietas
Eterna Cadencia

Páginas: 128
Altura: 23.0 cm.
Ancho: 15.0 cm.
Lomo: 1.0 cm.
Peso: 0.25 kgs.
ISBN: 9789877123234
Encuadernación: Rústica Con Solapas
Año de edición: 2024-03-01
Colección:

Una mujer se sienta en el terreno en el que construirá, con sus propias manos, una casa. Su mirada viaja por cada uno de los elementos que hay a su alrededor. Observa el lugar y los mínimos cambios que se producen durante las horas de esta meditación contemplativa. Es el paso del tiempo el que empieza a darle forma a su sueño. En esa acción de Sara, la protagonista de uno de los cuentos de este libro, podría sintetizarse también cierta metáfora de la escritura de Kamiya: la del tiempo como una suerte de catalizador que posibilita o modifica las reacciones o los cambios de las personas y las cosas. La escritora, como Sara, contempla. En algunos relatos, con filosofía casi objetivista, parecería que las cosas fueran los verdaderos sujetos de la historia: una quinta de fin de semana es inmutable testigo de la vida de otra mujer, una flor es el destino que nombra a una niña; en otros, es el tiempo mismo el que parece asumir el rol central, haciendo una pirueta para narrar varias situaciones de muerte simultáneas, en la aporía de un koan zen, o estirándose mansamente en una conversación de dos amigas durante una espera en la vereda.

Alejandra Kamiya
El sol mueve la sombra de las cosas quietas
Eterna Cadencia

Páginas: 128
Altura: 23.0 cm.
Ancho: 15.0 cm.
Lomo: 1.0 cm.
Peso: 0.25 kgs.
ISBN: 9789877123234
Encuadernación: Rústica Con Solapas
Año de edición: 2024-03-01
Colección:

Una mujer se sienta en el terreno en el que construirá, con sus propias manos, una casa. Su mirada viaja por cada uno de los elementos que hay a su alrededor. Observa el lugar y los mínimos cambios que se producen durante las horas de esta meditación contemplativa. Es el paso del tiempo el que empieza a darle forma a su sueño. En esa acción de Sara, la protagonista de uno de los cuentos de este libro, podría sintetizarse también cierta metáfora de la escritura de Kamiya: la del tiempo como una suerte de catalizador que posibilita o modifica las reacciones o los cambios de las personas y las cosas. La escritora, como Sara, contempla. En algunos relatos, con filosofía casi objetivista, parecería que las cosas fueran los verdaderos sujetos de la historia: una quinta de fin de semana es inmutable testigo de la vida de otra mujer, una flor es el destino que nombra a una niña; en otros, es el tiempo mismo el que parece asumir el rol central, haciendo una pirueta para narrar varias situaciones de muerte simultáneas, en la aporía de un koan zen, o estirándose mansamente en una conversación de dos amigas durante una espera en la vereda.